católica. Y mientras la relación con Dios se iba haciendo cada vez más honda, sentíamos que llevábamos una vida excesivamente ruidosa y proyectada hacia el exterior. Por esta razón salimos de Budapest y empezamos a edificar la casa y el jardín donde vivimos ahora, presentes en estas imágenes. Paso a paso hemos alcanzado el valor necesario para separarnos de los recorridos tradicionales y emprender la andadura por donde nos llamaba Dios. Tamás ha podido realizar su sueño de infancia, crear una editorial que publica en forma electrónica obras del Renacimiento y el Barroco (http://www.studiolum.com/). Yo he empezado a comprender y profundizar la vía de Teresa de Ávila y De San Juan de la Cruz. Hace algún tiempo que sentimos la necesidad de compartir con los demás todos estos dones recibidos. Nuestra esperanza es que el hortus carmeli dé fuerza a todas las personas para seguir el camino por el que Dios les está invitando a ir. — Con afecto:  Kata y Tamás